ALIMENTOS INFANTILES

Son cada vez más las familias que recurren a los alimentos infantiles para alimentar a sus hijos, ya sea por el poco tiempo que disponen para preparar la comida de los más pequeños, porque en ocasiones suelen comer fuera del hogar, etc. Aprovechando esto, actualmente existen una gran variedad de alimentos para niños, y lo podemos encontrar en todos los supermercados y farmacias. A continuación veremos las distintas gamas que existen, marcas y recomendaciones. ¡Comencemos!

- Leches de fórmulas: actualmente existen una gran variedad destinada a todo tipo de necesidades dependiendo de cada etapa de crecimiento: ayudar al sistema inmunitario, con DHA para mejorar el normal desarrollo de la vista y el cerebro, con oligosacáridos idénticos a los de la leche materna, con ingrediente biológicos estrictamente controlados...
Las marcas de leche de fórmula más conocidas y consumidas son: Nestlé (nidina, nativa, nan), Blemil (forte, digest), Almirón (profutura, pronutra).

- Leches de crecimiento: se suelen introducir en la dieta de los niños a partir de 1 o 2 años. Aseguran aportar hierro, zinc, 13 vitaminas, ser fuente de calcio y no contener ni aceite de palma ni azúcar añadido. Destaca: Nestlé crecimiento junior.

- Papillas: se utilizan a partir de los 6 meses de vida del bebé. Tienen una textura suave para el paladar del bebé y además son de fácil disolución con agua. Aseguran ser elaborados con cereales específicamente seleccionados para la alimentación infantil. Las papillas actuales suelen estar elaboradas con cereales integrales que aportan fibra y la riqueza nutricional del grano completo. Las podemos encontrar compuestas por 5, 6 u 8 cereales. Las más conocidas son las de Nestlé.

- Purés (potitos): suelen ser de textura cremosa y suave para los bebés a partir de 6 meses, también hay otros que contienen pequeños trocitos para niños a partir de 1 año. Existen purés de distintos sabores, como los de fruta, verduras, verduras y carne, etc. Podemos encontrarlos envasados al baño maría en tarros de cristal. Los más conocidos y que podemos encontrar en todos los supermercados son los de la marca Hero Baby.

- Galletas: Se recomiendan introducirla en la dieta a partir de los 6 meses en adelante. Suelen estar enriquecidas con cereales y son de fácil disolución en el biberón. 

- Productos lácteos: hay una gran variedad de sabores (fresa, plátano...) y tamaños para introducir en la alimentación de los más pequeños. Son de textura cremosa y ricos en calcio para sus huesos, además los más actuales no suelen contener ni colorantes ni conservantes. Los podemos encontrar en tarrinas o en bolsitas.

Estos alimentos tienen ventajas e inconvenientes dependiendo del punto de vista desde el que se enfoque. De las ventajas podemos decir que son fáciles de almacenar, son prácticos en momentos especiales (viajes, comidas fuera de casa), podemos encontrarlos fácilmente y se someten a un riguroso control de calidad. De los inconvenientes podemos decir que su calidad nutricional no es superior a las comidas que se preparen de forma natural, su costo es más elevado, pueden desencadenar alergias o intolerancias en el bebé/niño.

Una vez comentado lo anterior, pienso que aunque son productos a los que se pueden recurrir de forma fácil y que son muy prácticos en determinadas circunstancias, se deben consumir lo menos posible, ya que pienso que no hay nada más saludable para los más pequeños que la comida elaborada de forma natural por las familias. De esta forma sabemos que lo que están comiendo son alimentos naturales a los que no se le ha añadido ningún aditivo o conservante que pueda llegar a  ser perjudicial para los pequeños. Desde mi punto de vista, las familias deben invertir más tiempo en la preparación de las comidas infantiles y poner más atención a los productos industrializados infantiles.


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